El Centro de Desarrollo de Energías Renovables (Ceder-Ciemat) ha anunciado que se ha llevado a cabo con éxito la integración del nuevo sistema de almacenamiento de energía de respuesta rápida en la microrred eléctrica del Ceder. La actuación se ha basado en la conexión eléctrica del contenedor de almacenamiento al centro de transformación del complejo.

El contenedor instalado alberga dos prototipos avanzados de almacenamiento de energía orientados a aplicaciones de respuesta rápida: un volante de inercia y un banco de supercondensadores. Ambos sistemas permiten gestionar con alta eficiencia transitorios de potencia y fluctuaciones en la red, mejorando la estabilidad y calidad del suministro eléctrico de la microrred.
De manera adicional, también se llevaron a cabo diversas pruebas de carga y descarga del banco de supercondensadores con el fin de verificar su desempeño operativo. Durante estas pruebas, se ejecutaron múltiples ciclos de carga y descarga hasta alcanzar su potencia nominal de 120 kW.
Estabilización de la red eléctrica
El propósito de este sistema híbrido de almacenamiento no solo se limita a la provisión de energía para la reducción de picos de demanda eléctrica, sino que también está diseñado para desempeñar funciones críticas en la estabilización de la red, como la corrección de frecuencia y tensión ante caídas inesperadas.
Para simular estas situaciones, se utilizará un equipo adicional de electrónica de potencia: el convertidor de desacoplo, instalado hace unos meses y actualmente en pleno funcionamiento. Este convertidor de desacoplo es capaz de generar perturbaciones controladas en la red eléctrica, emulando condiciones reales de fallo como la desconexión de una subestación, la interrupción de una línea de distribución u otras eventualidades. Mediante la variación precisa de la frecuencia y la tensión, se provocan desequilibrios planificados que permiten evaluar la capacidad de respuesta del sistema.
En este contexto, los prototipos de almacenamiento de respuesta rápida —el volante de inercia y el banco de supercondensadores— actuarán como elementos de compensación, absorbiendo o inyectando energía para restablecer la estabilidad del sistema en tiempos extremadamente reducidos. Esta interacción coordinada incrementa significativamente la seguridad, resiliencia y confiabilidad operativa de la microrred eléctrica del Ceder.
En las próximas semanas, este tipo de pruebas funcionales y de validación continuarán desarrollándose en el marco del proyecto europeo Sinnogenes, en el que además se implementarán estrategias de gestión energética orientadas a optimizar el funcionamiento del sistema en periodos de corta duración.